Hoy llevamos a JAN al cumple de una compañera de clase.
Era en un sitio muy chulo, un recinto de esos con bolas, toboganes y juegos.
Llegamos un poco tarde. Cuando entramos había un ambientazo, luces de discoteca, música y los compañeros del cole de JAN bailando y dando palmas.
En la recepción le hicieron quitar los zapatos. Les dijimos que con calcetines se iba a resbalar y nos dieron unos calcetines con goma debajo, al parecer no se podía estar descalzo por algo de los toboganes.
Nada más entrar ya notamos a JAN algo inquieto, y cuando le acercamos se puso a quejarse. Estaba muy nervioso. No quería estar nada más que en nuestros brazos.
Le llevamos a un rincón más alejado y se tranquilizó. Cuando llegó la merienda se puso otra vez mal y cuando llegó la tarta y las velas, se puso mucho más nervioso todavía.
La verdad que fue muy duro para nosotros. Nos da mucha pena ver que no disfruta en estos eventos.
Casi al final Moni le quitó los calcetines y la cosa cambió, parecía otro niño. Estaba alegre e incluso se metió un poco al parque de juegos.
Yo creo que fue una mezcla de las dos cosas, por un lado se sentiría inseguro al estar en calcetines y resbalarse, y por otro lado se agobiaría con las luces, aplausos y gritos. También las luces discotequeras y la penumbra, seguramente le impedían ver bien.
Bueno, el próximo cumple llegaremos de los primeros para que se vaya adaptando poco a poco y descalzo desde el principio.
El sitio era muy chulo, gracias por este hermosos cumple, nos hubiera gustado que lo hubiera disfrutado más. Otra vez será.
