BAILANDO CON JAN

No hay cosa que más nos guste a JAN y a mi que bailar juntos, abrazados.

Le cojo en brazos y me pongo a bailar al ritmo de la música. Él se queda inmóvil, disfrutando del ritmo.

Le fascina.

Me lo pide siempre que pongo la música.

A mi me transporta a otro lugar, me emociona…

¡Te amo tanto hijo!