Pues cuando llegué a casa por la tarde me encontré a JAN que estaba muy hablador.
Vino con muchas ganas de decirme cosas.
Todavía usa palabras sueltas pero cada vez se va haciendo entender más. 🙂
Me encantó compartir ese rato con él, le noté además muy despierto y activo.
¡Genial hijo!