Parece mentira, ya han pasado cinco años desde aquel 4 de noviembre de 2009.
Ha sido un camino difícil pero hermoso, muy hermoso.
Como cada año me he sentado frente al ordenador y he buceado por las imágenes grabadas… al compás de los recuerdos he editado este vídeo que espero que os guste.
Ha sido un año hermoso, lleno de progresos y emociones.
Querido hijo, gracias por todo lo que me enseñas día a día, gracias por tu sonrisa, por tu buen humor, por tu ternura… por ser el sentido de mi vida. ¡Te amo!
Y gracias a todos por estar ahí… por viajar en nuestro barco.