Esta tarde le dije a JAN: ¿quieres ir al cine?. No sabéis como se puso de alegre, se emocionó y se puso a corretear por el salón diciendo que si que si.
Es increíble lo que le fascina ir al cine.
Hemos ido con el Abu y con Paco.
Ha sido muy divertido, JAN no se movía del asiento. Je, je.
¡Maravilloso! 🙂
Pues esta noche de pronto JAN se despertó llorando, inquieto. El pobre se llevaba las manos a la zona del pañal y se quejaba.
Moni me despertó agobiada, a JAN nunca le había pasado que le dolieran los genitales. Se quejaba mucho, así que nos asustamos y le llevamos a urgencias.
Le palparon y no notaron nada raro. Entonces tuvimos que esperar a que hiciera pis para que se llevaran una muestra de orina para analizar. Cuando hizo pis se quejó, pero luego se quedó súper relajado.
Los resultados del análisis fueron buenos, no tenía infección ni nada.
Así que nos mandaron a casa y nos dijeron que le observáramos. Hoy ha pasado todo el día fenomenal, sin ningún dolor.
Hablando con mi madre y contándole lo que pasó, de pronto me he dado cuenta de lo que seguramente ha sido… y tiene huevos, nunca mejor dicho.
El caso es que ayer le puse unos pantalones nuevos a JAN que nos regalaron por el cumple , le quedaban un poco anchos de cintura y se le caían, así que decidí ponerle unos tirantes. Pues debe ser que le tiraban demasiado del pantalón y el rato que los tuvo le debieron de apretar en la zona genital. Por la noche ya se puso el pijama, pero se le debió quedar la zona dolorida o algo así, que se yo.
Cuando me he dado cuenta me he sentido fatal, me han entrado ganas de llorar. Pero bueno, lo importante es que ya está bien y ha pasado el día perfectamente. Y yo he aprendido que ojito con los tirantes, además tranquiliza poder encontrarle una explicación.
Algo que me inquieta es la dificultad que nos encontramos los padres con hijos con síndrome de Down al ver que en ocasiones nuestros hijos no saben manifestar sus dolores o malestares. Imagino que con la edad y madurez esto se irá corrigiendo, pero de momento considero que es un problema.
De todas maneras, aún con esta dificultad JAN pudo hacerse entender y explicarnos donde le dolía.
Un diez para el hijo y un cero para el padre.
Hoy JAN ha pasado la tarde en casa de sus primos Nuria y Darío.
Nada más entrar por la puerta va directo al cajón de los dinosaurios de Darío y se pone a jugar con ellos. ¡Le encanta!
Los saca todos, uno a uno, es muy gracioso.
Es genial verle feliz con sus primos.
🙂
Hoy me he fijado que JAN pronuncia mucho mejor la palabra: «si«.
Además lo dice despacito y poniendo una vocecita preciosa. ¡Me encanta!
La entonación en muy divertida y agradable.
Esta tarde me he tirado un buen rato haciéndole preguntas para que respondiera si, jajajaja.
¡Es genial!
Mañana no tiene cole, menos mal que está con nosotros el Abu, porque trabajamos los dos.
🙂
Me encanta cuando JAN se lleva el dedo a la boca para mandar callar. Está increíblemente gracioso chistando.
Lo hace cuando hay alguien durmiendo, cuando escucha la palabra silencio… y en ciertas ocasiones determinadas.
¡Es genial! Jajaja.
Bueno, todos a dormir. ¡¡¡Shsssss!!! 🙂
Es curioso, pero hay días que no se muy bien como explicar, pero JAN está único.
Simpático, divertido, rápido, charlatán, cariñoso… todo en uno.
Es como si todas las maravillas que tiene, floreciesen juntas.
Pues esta noche, cuando llegué a casa estaba radiante.
Si ya estoy enamorado de él, cuando está así me derrite.
Je, je… lindo en estado único. 🙂
Pues esta noche a las 5:20 de la madrugada se despertó JAN y ya no se durmió. ¡Madre mía, que sueño!
Estuvo un rato Moni con él y luego ya me quedé yo hasta la hora de ir al cole.
Luego por la tarde llegó dormidito y no había manera de despertarle.
Je, je. ¡Esperemos que esta noche duerma bien!
Desde que empezó el frío, hemos desplegado el dispositivo para luchar contra el moco.
Lo más importante: suero fisiológico, manos y constancia.
Todos los días por la mañana y por la noche le sacamos con suero los mocos a JAN y le hago fisio respiratoria.
La cosa va muy bien, tiene moco pero controlado, lo importante es no bajar la guardia y no fallar ni un día.
Además se lo hago como un juego y él se parte de risa muchas veces. Je, je.
¡Grande hijo! 🙂
Hoy sábado hemos trabajado tanto Moni como yo.
Así que JAN se ha quedado con el Abu.
¡Lo han pasado genial! Han jugado mucho.
Estos días que está aquí Daniel están siendo muy buenos para JAN, me encanta la relación hermosa que están estableciendo. Se les ve felices.
¡Gracias Abu! 🙂
Mi hijo no deja de sorprenderme, hoy JAN me ha vuelto a demostrar que es increíblemente fuerte y tremendamente valiente. Y sobre todo que tiene una felicidad inmensa en su interior.
Como ya os conté, en la revisión del dentista, le vieron que tenía varias caries, así que tocaba hacerle el primer empaste y hoy era el día.
He estado toda la tarde contándole que íbamos a ir y que le iban a pinchar, que era algo molesto y que iba a sentir como hormiguitas. Ha llegado muy contento a la consulta, nada más entrar a recepción ha abierto la boca y se ha señalado, yo he flipado.
Luego, cuando hemos entrado a la sala, se ha puesto bastante nervioso, se olía el percal.
Yo me he tumbado en el sillón y le he cogido encima. Con mis piernas le he sujetado las suyas y con mis manos sus brazos. La doctora se ha encargado del resto. Ha sido alucinante la rapidez con la que lo ha hecho.
No voy a negar que ha sido muy duro, ha llorado mucho, ha gritado, e intentaba moverse con fuerza. Pero lo hemos superado.
Al final la caries estaba más avanzada de lo que la doctora se esperaba, así que le ha tenido que hacer una pulpotomía y le ha puesto una corona. Está bastante atrás y apenas se le ve.
Cuando ha terminado, como si fuera un guerrero que termina la batalla, sudado, se ha abrazado a mi y he notado como descargaba su dolor, y como sentía alivio y paz.
Durante todo el momento le he trasmitido calma, seguridad. Le he hablado mucho y le he cantado canciones acompañado de la doctora.
Me ha dicho que lo hemos hecho los dos fenomenal, que no era nada fácil y que yo le había trasmitido mucha calma y que él había sido muy valiente.
Lo más impresionante de todo, es que a los dos minutos de terminar él ya estaba sonriendo y jugando. Y pese a que seguía con la anestesia, estaba feliz. Le ha dado un abrazo a la doctora y ha salido victorioso de la consulta.
Hijo, de verdad, eres un inmenso ejemplo de vida para mi. Gracias por existir.
Te amo.
